septiembre 03, 2010

Quemazones

Desde muy antiguamente, nuestros mayores tomaban en cuenta el “Rupa tiempo” (El Tiempo del Fuego o el Tiempo de Quemar), el “Rupa Wichay Jalcata” (El Tiempo del Fuego en las Alturas), que se daba en el mes de agosto para llamar a las lluvias, espantar a las heladas o invocar a las nubes que bajen la mirada y se compadezcan de los campos secos para empezar a llover.
Se hacían fuegos focalizados en los amplios espacios de los páramos, donde no pudiera afectarse a nadie.
Pero en muchos lugares se ha ido distorsionando el sentido de este ritual, porque ahora se quema en cualquier lugar y sin ninguna consideración, afectando chacras y espacios en riesgo.
Jóvenes de la ciudad, incluso, van a los cerros de la zona quichua llevando neumáticos para comenzar los incendios.
Nos toca también la tarea de ir hablando en nuestras comunidades sobre estos problemas e ir viendo juntos cómo podemos resolverlos.

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