septiembre 06, 2010

Shidín

En el mes de agosto tuvimos la oportunidad de visitar a nuestro coordinador Marcial Rumay, en la comunidad de Shidín. Para llegar a su casa hay que caminar un poco más de una hora desde la capital distrital de Jesús, en Cajamarca, cuesta arriba.
Reiteradas veces don Marcial nos había informado sobre las dificultades que él está enfrentando –como coordinador y bibliotecario– por la baja de lectores debido a la presencia de “internet”.
Para nosotros, viéndolo de lejos, eso formaba parte del proceso de la electrificación rural y, para decir la verdad, no lo habíamos tenido muy en cuenta. Incluso comentábamos que ahora también debía haber luz eléctrica en Shidín… Pensábamos, entonces, que los escolares iban a algunas cabinas de internet para hacer trabajos para el colegio o jugar un rato en estas máquinas que tanto llaman la atención.
Pero durante nuestra caminata, don Marcial nos pudo explicar mejor qué es lo que está sucediendo en su comunidad.
Arriba, en el mismo Shidín, alguien ha logrado conseguir placas solares y computadoras. Al parecer, éstas eran parte de un proyecto para todo el caserío, pero han terminado quedando para uso particular. Los jóvenes usan ahora esas computadoras en alquiler para ver películas que compran en el mercado pirata de DVDs. Muy pocos entonces quieren seguir leyendo: Rambo, Shwarzenegger, Jean Claude van Damme y Jackie Chan sí que golpean fuerte.
Esto significa que Marcial –como todos nosotros– tiene que duplicar esfuerzos para animar a la lectura en su comunidad, no para competir contra la alienación, sino para consolidar el camino liberador y crítico de la lectura.
Ya verán Rambo y esos otros gallos quién es don Marcial Rumay…

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