julio 22, 2011

Fecundo Facundo


La madrugada del sábado 9 de julio fue asesinado –en Guatemala– el cantautor argentino Facundo Cabral. Tenía 74 años. Regresaba de cantar.
Su canto era poesía y filosofía, irónicas anécdotas, vivencias estremecidas argamasadas con música.
Cuando empezó a cantar, de muy tierno, se hizo llamar “El indio Gasparino”. Años después, ya con su propio nombre, Facundo se convierte en un cantor de protesta que pone de relieve la capacidad de realzar la vida y la posibilidad de ser mejores.
Debió exilarse durante la dictadura que azotó a su país. Su vida fue llevar un mensaje de bronca y de paz, de justicia y libertad.
El hombre decía: “¡No digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes!”.
O contaba que su madre decía: “Si los malos supieran qué buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio”.
Y contaba que, poco antes de morir, su madre le dijo: “Muero contenta porque cada vez te pareces más a lo que cantas.”

1 comentario:

Betty dijo...

Me alegra que bibliotecas siga extendiendo sus brazos como Cristo en la cruz,compartir las vivencias con la gente sencilla, y abrazar a todos con toda su profundidad. Los caminos recorridos dejan huellas como Facundo Cabral,hombre de Dios enamorado de la vida y el progreso.