marzo 10, 2014

Cuestión de igualdad

En Europa, en varias ciudades y pueblos, existen lugares donde gente a los que les queda algo de ropa, útiles de cocina, muebles, juguetes u otros, pueden llevar y dejarlo con el fin de que pueda servir a otros. Estos centros de recojo tienen diferentes denominaciones, contextos y políticas internas, pero generalmente son organizados por voluntarios conscientes de que juntos y con muchas manos podemos hacer que este mundo sea un poco mejor y quizá más justo.
En Altensteig, Alemania –pueblo natal de la Responsable del Programa Comunitario–, hay uno de estos lugares que se denomina Kleiderkammer, lo cual significa algo como “guardarropa”. Las personas que trabajan ahí, en su mayoría personas de la tercera edad, hace muchos años apoyan a nuestro Programa Comunitario para niños con capacidades proyectables.
Varios niños del Programa Comunitario han recibido apoyo para la adquisición de muletas, andadores y sillas de ruedas o para atenciones médicas. Otros han logrado mejorar su concentración, motricidad fina o percepción con juegos y juguetes que nos llegan de este guardarropa.
Cada cierto tiempo ponemos a disposición de nuestros Coordinadores todos los materiales que nos llegan de donación. Ellos escogen lo que más les pueda servir para sus tareas de terapia y rehabilitación en las comunidades campesinas.
Si bien uno puede argumentar que el transporte de estos materiales es muy costoso, nosotros valoramos la iniciativa, no solo por la extraordinaria calidad de los materiales enviados sino también –y sobre todo– porque sabemos del cariño que hay dentro de cada uno de los paquetes que nos llegan.
Un texto de la segunda carta a los corintios dice: “No se trata de que otros encuentren alivio mientras que ustedes sufren escasez; es más bien cuestión de igualdad”.
Nosotros tenemos una franca gratitud para con todas las manos voluntarias que seleccionan, envuelven y envían estos gestos de igualdad y mejoría para los niños y niñas del Programa Comunitario. Y a nuestros coordinadores, que llevan y multiplican este cariño en las comunidades más lejanas.

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